viernes, 27 de abril de 2018

RESEÑA (by MB) ::: PINCELADAS DE HARMONÍA - José Luis Fernández Juan




Título original: Pinceladas de Harmonía 
Autor: José Luis Fernández Juan
Editorial: Círculo Rojo
Páginas: 170  
Fecha esta edición (4ª): mayo 2017 
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 20 euros 
Ilustración  y diseño de cubierta: @Fotolia.es / Antonio López Galdeano




¿Quedaba por desenmascarar en pleno siglo XXI algún estilo literario inédito? Sí, y florece en Pinceladas de Harmonía. Con su inusitada prosa poética, José Luis Fernández Juan apuesta por un inolvidable lienzo, cosido con sedosas redes de conceptismo, reflexión, surrealismo y humor. En diecisiete pinceladas, José Luis te invita a conocer el fascinante mundo de Harmonía con su cielo de violines y sus efervescentes habitantes vestidos de estrellas. Cuanto más los vayas conociendo, más los irás queriendo. Cuando cierres el libro, te seguirán acompañando. Aquí nada es gratuito. Todo tiene sentido. Cada frase es una fiesta. En cualquier momento puedes encontrar la expresión más bella. Las palabras son mágicas, como sus juegos. Por su continente y contenido, Pinceladas de Harmonía se convierte en un libro eterno. Siempre podrás volver a releerlo para descubrir sorprendentes matices que lo convertirán en un texto nuevo. Y así sucesivamente. Si te animas, a buen seguro, disfrutarás del arco iris de sus páginas con su deslumbrante gama de risueños colores.


Sin duda, si algo hay que reconocerle a José Luis Fernández Juan, es la peculiar invitación, llena de imaginación y colorido, que supone Pinceladas de Harmonía. Al principio, si llegas a él con total desconocimiento, como era mi caso, te resulta un poco chocante, o incluso raro. Pero no soy de las que se desaniman en las primeras páginas; solo era cuestión de pensar en positivo, y si algo tiene el libro es positivismo puro. Tras todos sus porqués subyacen las cosas buenas, o aquellas cosas que pensamos que pueden ser buenas y que nuestro buen autor imaginó para que lo fueran. 

En Pinceladas de Harmonía conocemos un universo donde todos sus elementos se sincronizan y se armonizan utilizando siempre los cinco sentidos, magnificándose y expresándose por medio y a través de todos los habitantes de ese lugar mágico, Harmonía, imaginado por el autor. 

Reconozco que esta lectura no la he realizado en soledad, pues a mi lado, siempre y en todo momento, he tenido mi móvil. No es algo que suela hacer, más bien al contrario: cuando hay un libro en mis manos, el móvil desaparece de mi vista y, lo más importante, de mi oído. Pero si de verdad quería ser justa con el libro y comprender lo que me quería contar, necesitaba a San Google para que diera significado a todos (y eran muchos) los términos que no entendía. Me quito el sombrero ante este autor por ser capaz de desempolvar e hilar tantas y tantas palabras olvidadas y en desuso. Solo por eso merece la pena leer el libro.

Había otra cosa que me hacía perder el sentido del ritmo en la lectura, y era toda su sintaxis. En cuanto me descuidaba me ponía a analizar los párrafos... y ya no me conformaba con analizarlos sintácticamente, sino que también lo hacía morfológicamente, con todos esos adjetivos imposibles de imaginar junto a esos nombres, y que al final encajan, tienen un significado. Así que una vez más me quito el sombrero por haberlo imaginado y, al mismo tiempo, haber sido capaz de plasmarlo en un libro.

El universo creado por el autor se llama Harmonía, y en él nos pincela un paraíso donde la unión y combinación de sonidos simultáneos con los colores son proporcionales a la corresponsabilidad de la buena amistad de sus habitantes. 

Conforme los iba conociendo, escuchando u oyendo, me llegaban flashbacks de películas o series de dibujos animados ajenos al libro. En concreto, durante casi toda mi lectura no paraba de visionar escenas retrospectivas de Amanece que no es poco, pero es que por otro lado tenía a Tarta de Fresa y su mundo mágico pululando por mi mente. Todo esto lo comento para confesar que no me resultó una lectura fácil por todo el ruido mental que la acompañaba.

Pero ello no le resta méritos, sino todo lo contrario. Si tuviera que definirla, diría que me ha resultado una lectura interesante, muy interesante. También peliaguda, nada cómoda, pero si algo tiene esto de bueno es que te descoloca y te saca de la zona de confort, y cuando estamos fuera de esta zona es el momento de aprender, avanzar y abrir la mente.

Por otro lado, preferiría vivir en Ayna (Amanece que no es poco) que en Harmonía, porque creo que no me llegaría a adaptar a tanto color, brillantez, azúcar y zumos de fresa. Además, un cielo de violines no es lo que imagino como paz y tranquilidad; con el virtuoso de mi vecino he tenido bastante (ahora sí es un virtuoso, pero hasta llegar ahí hemos pasado muchas lunas y mucho soles juntos: tocando él, escuchando yo. Mecenas hay de muchos tipos, y en mi caso me considero una mecenas de oído... jajaja). También es verdad que en la variedad está el gusto y hay gente para todo. Si José Luis Fernández Juan lo ha imaginado así, bien imaginado está.

En definitiva, se trata una lectura muy recomendable para todos aquellos que amamos el lenguaje y nuestra rica e ilimitada lengua castellana, capaz de construir y deconstruir párrafos para así, crear y recrear sentimientos, nostalgias, esperanzas y alegrías, y poderlo compendiar todo en ese lugar mágico, único e irrepetible que encontraremos y descubriremos en Pinceladas de Harmonía.


José Luis Fernández Juan. Escritor valenciano. Licenciado en Filología Hispánica y Filología Valenciana por la Universidad literaria de Valencia. Desde 1996 trabaja como profesor en el colegio de Ntra. Sra. del Pilar de Valencia.

Ha dirigido diferentes obras de teatro vanguardista como Abracadabrante, Entreméspsicodélico, Entremés caleidoscópico o Esto no tiene remedio. También ha participado como actor en la obra de teatro Sweet Home Transilvania.

En 2014 se edita el primer libro de la trilogía Pinceladas de Harmonía (actualmente va por la 4ª edición). En 2017 se publica su segundo libro El diccionario de JLFJ. Ambas obras por su potente juego idiomático podrían ser programadas y analizadas en las clases de Lengua y Literatura de Bachillerato o segundo ciclo de la ESO de cualquier colegio de habla hispana. Su original estilo, que a nadie deja indiferente, combina el humor, el amor, el surrealismo y el conceptismo.


Canal youtube: joseluisfernandezjuan

miércoles, 25 de abril de 2018

RESEÑA (by MH) ::: LA MARCA DEL INQUISIDOR - Marcello Simoni





Título original: Il marchio dell'inquisitore 
Autor: Marcello Simoni
Editorial: Duomo
Traducción: Montse Triviño 
Páginas: 416  
Fecha publicación: enero 2018  
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 18,90 euros 
Diseño de cubierta: Opalworks



Roma, 1624.

Se descubre el cadáver de un hombre aplastado en una prensa tipográfica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza métodos científicos y es experto en demonología y brujería, se hace cargo de la investigación.


Con la figura de Girolamo Svampa nace un extraordinario detective que se enfrenta a un intrincado misterio justo cuando la difusión de la imprenta está empezando a resquebrajar los muros del oscurantismo.

Creo que ya lo he comentado alguna vez, pero a mí la novela negra o el thriller ambientados en determinadas ciudades de Italia que conozco y adoro (pongamos sobre todo Roma y Florencia, aunque me valen otras cuantas), me rechiflan. Si encima están ambientados algunos siglos atrás, pues más todavía. La marca del inquisidor, por tanto, cumple todos los requisitos. Y eso que lo de "el sucesor de Dan Brown" de la contraportada puede que atraiga a muchos lectores pero a mí me hace saltar hacia atrás invocando el vade retro mientras me salen sarpullidos por todo el cuerpo... afortunadamente nada que ver con Brown (más quisiera él) y sí mucho con El nombre de la rosa, por poneros un ejemplo, aunque sin la densidad narrativa de Eco (y salvando océanos de distancia, que conste, que El nombre de la rosa son palabras muy mayores que hay que respetar y venerar).

Estamos en Roma en 1624. Faltan escasos días para Navidad, y Fray Pietro Rebiba, consultor de la Congregación del Índice, aparece muerto atrapado dentro de la prensa tipográfica de una imprenta; tiene la boca abierta, con la mandíbula desencajada, y le han introducido páginas impresas hasta la misma garganta. Se hace cargo del caso Fray Girolamo Svampa, un inquisidor dominico del Santo Oficio famoso por su insensibilidad y su tendencia al hostigamiento, y que se preocupa poco por las formas y bastante más por llegar al fondo de lo que investiga. Él será quien se mueva durante la investigación por las altas esferas de Roma; para infiltrarse en los bajos fondos, las tabernas de mala muerte y entre gente poco recomendable cuenta con Cagnolo Alfieri, mesnadero (veterano de guerra) al que paga de su propio bolsillo. 

Será en la sede de la Congregación del Índice (hermana pequeña de la Inquisición) donde conozca a Francesco Capiferro, otro padre dominico con una mente prodigiosa capaz de almacenar cualquier dato en su memoria y que será quien le guíe por el intrincado mundo de las imprentas romanas y lo que se imprime en ellas. Pero mientras investigan aparecerán más cadáveres, y poco a poco empiezan a surgir otros factores como la alquimia, la nigromancia, la demonolatría, los cultos secretos... y en medio de todo, un libro escrito por un tal Faustus que muy difícilmente sería aprobado por la Inquisición. ¿Se enfrentan a un asesino escurridizo o a una organización secreta enraizada profundamente en la propia Iglesia? ¿Está todo relacionado o simplemente son pistas falsas? Si a todo esto se une que Svampa tiene enemigos en Roma, que él vive para vengarse y que más vale que se guarde las espaldas, la cosa pinta complicada.

Creo que lo primero que debo hacer es hablaros de Girolamo Svampa. Girolamo es... como decirlo... desabrido. No tiene ninguna intención de caerle bien al lector, se limita a hacer su trabajo. Pero no caigáis en la tentacion de pensar que es como otros polis o detectives literarios que aunque son unos canallas o unos bordes acaban robándote el cuore. No, es como es, que uno no llega a inquisidor por tener el encanto escondido debajo de la capa. Es un poco como Paco Umbral: él ha venido a resolver un asesinato, y todo lo demás, está de más. Le acompañas, en ningún momento te cae mal (bueno, a veces piensas: joer, qué arisco eres, tío), pero no es de esos personajes que te calan y llegan hondo. Ni creo que sea tampoco la intención. Mantiene las distancias con el lector.

¿Y quién es Svampa? Pues un inquisidor veneciano ascendido a commissarius del Santo Oficio para resolver este asesinato (estatus necesario para poder meter las narices donde quiera y que le sitúa por encima de cualquier fgura religiosa o poder laico). Irritable, caprichoso, prepotente, maleducado, engreído... de pasado misterioso que él intenta ocultar, es adicto al láudano y tiene accesos de ira recurrentes, muchas veces provocados por un trauma de su infancia que todavía sigue persiguiéndole (y que conforme avanzan las páginas del libro descubriremos). Y tiene un método de investigación perfectamente definido: nada de sospechas, que no prueban nada, ni confesiones, que pueden ser falsas. Se guía única y exclusivamente por los hechos y por su reconstrucción. Incluso intenta evitar los interrogatorios siempre que puede, y solo los lleva a cabo cuando no le queda más remedio.

A mí me ha gustado. No os puedo decir otra cosa, me ha gustado mucho, y creo que es un thriller histórico que los que más van a saborear son aquellos lectores que además de un caso de asesinato y una investigación, disfruten de los entresijos que una época como esta ofrece, porque son muy importantes para disfrutar de todo el conjunto de la trama. Lo que estaba prohibido y era herejía y lo que no, lo que perseguía la Inquisición y con lo que hacía la vista gorda, la diferencia entre el Santo Oficio y la Congregación del Índice, las imprentas clandestinas que con sus panfletos o libelos anónimos sacaban los colores a los altos mandatarios y a la Iglesia, el impulso del estudio de la astronomía, el debate entre la ciencia y la religión, el culto al demonio, los opúsculos... Y sobre todo y ante todo el noble y bello oficio de los impresores y los tipógrafos romanos del siglo XVII, porque leyendo te vienen a la cabeza imágenes vistas mil veces y comprendes cómo las hacían, de donde venían, lo que distinguía unas de otras, el uso de las matrices xilográficas... A mí es que me chifla enterarme de estas cosas, no puedo remediarlo.

La marca del inquisidor está compuesta por tres partes (más prólogo y epílogo) y 73 capítulos cortos que agilizan mucho la lectura. La trama en sí te lleva a recorrer Roma de punta a punta y siempre a golpe de descubrimientos, nada sacado de la manga. Un paso da pie a otro paso, una pista da lugar a un hallazgo, una deducción lleva a la confirmación de un hecho. El método de Svampa impide que pueda ser de otra manera. Al final, todo queda cerrado y explicado. Sí que es cierto, que hay cosas que se quedan un poco en suspenso pero solo con respecto al propio Svampa. Son frentes que no terminan de cerrarse, así que supongo que eso irá teniendo desarrollo más adelante. De hecho, este mismo año ha salido publicado el segundo libro protagonizado por Svampa, Il monastero delle ombre perdute, que si sale publicado en España (espero que sí), pienso leerlo de cabeza (para una serie que pillo desde el principio... xD).

Arriba os hablaba de El nombre de la rosa... que no se me asuste quien piense que el libro de Eco es pesado, porque el estilo de Simoni es mucho menos denso. De hecho se las apaña para meter mucha información sobre la época, sobre la situación social y religiosa en Roma a principios del siglo XVII, sobre lo que hacían las instituciones que conformaban la Inquisición, lo que se consideraba herejía... pero sin abrumar en absoluto ni ponerse cargante. Yo diría que el carácter despegado de Svampa, y sobre todo el del padre Francesco Capiferro (que resulta toda una sorpresa conforme avanzan las páginas, y que se ha convertido en mi personaje favorito del libro en esa evolución hacia una especie de doctor Watson al servicio de Svampa-Holmes), precisamente funcionan como descongestionantes en la narración: el autor huye de personajes intensitos y pesados, por mucho pasado truculento que tengan. 

Reconozco que esta novela reúne muchos elementos que ya por separado me gustan mucho, así que juntos me parecen un bombón. Aun así creo que más allá de preferencias personales es un muy buen thriller histórico, que está muy, muy bien escrito y que se adentra en unos años y una esfera poco vistos en la literatura, y menos en la de género como es esta. Cruzo los dedos para que traduzcan el siguiente de Svampa, por muy desaborío que sea el personaje xD.



 
Marcello Simoni (Comacchio, 1975) ha sido arqueólogo y bibliotecario. Con Il mercante dilibri maledetti, su debut narrativo, ocupó durante más de un año el primer lugar de las listas de los más vendidos y obtuvo, también, el Premio Bancarella.
 
El éxito de la novela se confirmó más tarde con títulos como Il labirinto ai confi ni del mondo, L’isola dei monaci senza nome, La cattedrale dei morti y la saga Codice Millenarius. Sus obras han sido traducidas en más de veinte países.

lunes, 23 de abril de 2018

RESEÑA (by MH) ::: PICNIC EN HANGING ROCK - Joan Lindsay




Título original: Picnic at Hanging Rock
Autora: Joan Lindsay 
Editorial: Impedimenta
Traducción: Pilar Adón 
Prólogo: Miguel Cane 
Páginas: 320
Fecha publicación original: 1967
Fecha esta edición: octubre 2010
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 21,95 euros 
Ilustración de cubierta: Plectranthus barbatus (Dorling Kindersley)
 
Febrero de 1900. Un grupo de alumnas del selecto colegio Appleyard para señoritas se dispone a celebrar un picnic el día de San Valentín. Lo que empieza siendo una inocente comida campestre se torna en tragedia cuando tres niñas y una profesora desaparecen misteriosamente entre los recovecos de Hanging Rock, un imponente conjunto de rocas rodeado de la salvaje y asfixiante vegetación australiana. La única chica que logra regresar, presa de la histeria, no recuerda nada de lo sucedido.

Considerada una de las más desazonantes novelas de culto de la literatura anglosajona, Picnic en Hanging Rock dio lugar a una aclamadísima película de Peter Weir, que contribuyó a incrementar el éxito de una obra ya mítica. Jamás se reveló si los hechos narrados fueron reales o no, y ese ambiguo e intrigante juego alentó la aparición de una legión de seguidores que afirmaban conocer lo ocurrido aquel aciago día de San Valentín en el sobrecogedor paisaje de Hanging Rock.

Lo primero es lo primero, no vaya a ser que quede segundo y se enfade (qué chispa xD)... ¡¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!! (yo soy de las que opina que día del libro son todos los días, pero ya sabéis... xD)

Al tajo. Esta novela que hoy os traigo está considerada la primera novela de culto australiana, un clásico contemporáneo escrito en los años 60 con tintes que retrotraen a muchas décadas antes, solo que ambientada en la Australia agreste en lugar de la campiña británica. Llevaba en la estantería también otros cuantos años, pero me daba miedo que me decepcionase un poco y lo he ido posponiendo una y otra vez (por aquello de las expectativas). Por fin me he decidido a leerlo en mi cruzada (perdida de antemano) por disminuir los pendientes de la estantería. Allá vamos.

Es el día de San Valentín de 1900, en Australia están en pleno verano, y las alumnas del internado Appleyard, junto a dos profesoras, se marchan a pasar un día de picnic en el paraje volcánico y rocoso de Hanging Rock. Después de comer, cuatro de las jovencitas (Miranda, Edith, Marion e Irma) van a dar un paseo; las demás se quedan dormitando en el área reservada para hacer picnic. La comitiva tiene previsto su regreso a las 8 de la tarde, pero dan las 9, las 10, las 10:30, y nadie vuelve a Appleyard. Cuando por fin regresan, les acompaña la tragedia: de las cuatro muchachas que fueron a dar el paseo, solo ha vuelto Edith presa de la histeria y sin recordar absolutamente nada. Además, y de manera incomprensible, también ha desaparecido una de las profesoras, Greta; estaba con todo el grupo durante la siesta, y de repente ya no estaba. Llegan tan tarde porque han estado buscándolas durante horas sin ser capaces de encontrarlas. Como es de suponer, en un internado para señoritas donde el prestigio y la confianza que depositan los padres en la institución lo es todo, se avecinan muy malos tiempos, y las consecuencias serán nefastas.

Podría parecer que esta novela va de esclarecer la desaparición de las tres chicas y  su profesora, pero no es realmente así. Se investiga durante un tiempo, incluso aparece algún informe policial en las páginas, pero ante la falta de pistas esa parte de la trama se diluye por completo y es entonces cuando la autora se mete a fondo en lo que realmente quiere contar: las consecuencias. Porque de eso va la novela a pesar de todo el artificio que la rodea: del efecto que produce la desaparición en todos los que estaban relacionados de algún modo con estas cuatro personas.

Así, somos testigos del derrumbe del prestigio del colegio, de cómo ve la directora desmoronarse su mundo, de cómo los padres empiezan a perder la confianza, de la situación en que quedan el resto de niñas del internado, de cómo les afecta la situación tanto a ellas como a las restantes profesoras o los empleados del internado... y además entran en escena dos chicos jóvenes, Mike y Albert, pero sobre su papel en la trama prefiero no contaros nada, porque a poco que os contase sobre qué pintan en la historia, os desvelaría algo que ni en la sinopsis, con buen juicio, se dice.


¿Cuál es el punto fuerte de la novela? La atmósfera. Lindsay impregna la narración desde el principio de un tono sugerente, gótico, misterioso... se paran todos los relojes a las 12 del mediodía cuando llegan a la zona de picnic, las rocas parece que atrapan en un sueño a las muchachas antes de que desaparezcan... mientras lees te parece estar escuchando a esas rocas murmurar, susurrar y encantar mientras atraen más y más a las alumnas de Appleyard hasta su perdición. La autora quiere que dudes todo el tiempo sobre lo que ha pasado, si algún elemento sobrenatural ha tomado parte, si lo que ha ocurrido es racional, si tiene alguna explicación o su razón está más allá de lo factible. Y en medio de todo eso una de las alumas desaparecidas, Miranda, y la obsesión que provoca en la gente. Muchas de las cosas que ocurren, pasadas las semanas y los meses, giran en torno a ella. De esas personas hermosas y etéreas que hacen que otras personas no puedan dejar de pensar en ellas.

Así que estamos ante un libro de intriga psicológica narrado de un modo preciosista, muy aferrado a la naturaleza, tanto que a veces te da la sensación de que puedes oler la flores y escarpar las rocas o sentir el calor estival. Y en medio de esa prosa tan sensorial, personajes que se sienten casi tan perdidos como las desaparecidas aun durmiendo cada noche en su cama, tensión contenida y latente en busca de la mínima chispa que le haga explotar, miedo ante lo ocurrido, desconcierto, obsesión... y todo envuelto en un fino papel de regalo sugestivo, envolvente y evocador que te atrapa desde el primer momento, que te hace preguntarte las mismas cosas que ellos se preguntan, y te hacen pasar una página tras otra a la espera de que se resuelva el misterio de la desaparición entre las volcánicas rocas de Hanging Rock.

Y aquí es donde me gustaría cortar la reseña y decir que me ha parecido todo estupendo... pero no. Creo que sigo sin perdonar el final, y lo leí hace ya un par de meses por lo menos.

Hasta ese momento me estaba pareciendo (me parece porque lo es, de veras) un libro fantástico. Pero estoy muy peleada con ese final. Me parece muy comodón por parte de la autora. Devoré el libro esperando algo que al final, para mi sorpresa, no encontré. Soy muy consciente de que probablemente solo se trata de una preferencia personal, y sé que hay entusiastas de la novela, pero ya pueden venir a decirme que ese final es ambiguo, y maravilloso, y que en esa ambigüedad radica la magia de la historia, y hasta me pueden decir a qué huelen las nubes, que no... es muy comodón.

A mí me gustan los finales ambiguos, adoro libros que tienen finales ambiguos, pero este final no es ambiguo: su resolución no da pie a diversas interpretaciones, porque eso es lo que menos le interesaba a la autora. Así que lo que iba a ser una lectura de 5 estrellas se ha quedado en 4 y porque el resto del libro me ha gustado mucho y me da cosa bajarle más la puntuación, pero por ganas no ha sido al cerrar el libro, porque a punto estuve de buscar las páginas que faltaban debajo de la cama. Comparto la opinión de su legión de admiradores hasta cierto punto. Es más, voy con ellos de la mano hasta cierto punto. Les acompaño. Pero más allá de ese punto que no cuenten conmigo, que yo me siento en un banco y espero a que vuelvan, porque ese final no lo compro. No os puedo decir más y mirad que lo siento, porque es de esos libros que dan para debatir largo y tendido

A poco que investiguéis un poco, veréis la parafernalia que hay montada alrededor de esta novela. Hanging Rock, el verdadero Hanging Rock, sigue siendo un lugar turístico y de peregrinación, décadas después, para los lectores del libro. Hay incluso rutas a través de las rocas siguiendo el camino que supuestamente siguieron Miranda, Marion, Irma y Edith. Desde luego si algo hay que reconocerle a Joan Lindsay es que, de haber nacido en nuestra época, sería una auténtica gurú del markéting. Comenzaron a preguntarle si estaba basado en una historia real y se le encendió la bombilla. Entretejió todo un halo de misterio alrededor de la desaparición de estas jovencitas, negándose durante toda su vida a desvelar si era un suceso real o no, y el halo de misterio creció y creció... hasta hoy día, donde permanece intacto. Huelga decir que no hay ni un solo papel ni documento oficial que hable siquiera remotamente de que algo así ocurrió en realidad. Lo que se narra en Picnic en Hanging Rock es, simple y llanamente, ficción. Pero aun así, todavía hay gente que cree que aquello ocurrió de verdad, que sigue planteando teorías a cada cual más extraviá, y que va a las rocas buscando vaya usted a saber qué. Hay gente pa'tó, como en la cola del súper xD.

Volviendo al libro y para terminar. Si me preguntáis si os lo recomiendo, os diré que sí, sin lugar a dudas. Pero si me preguntáis si lo considero un poco sobrevalorado, os diré que también, y esto intento decirlo con la boca pequeña porque no quiero que una cosa tape a la otra, no sería justo para la novela. Es un muy buen libro y una muy buena lectura, quien lo lea lo disfrutará mucho, solo que a mí me ha decepcionado la resolución del libro, esperaba otra cosa... o siendo precisa, esperaba más. Han sido muchos años leyendo lo de obra maestra, y el final me ha pillado con el pie cambiado. Opinión personal, como la de cualquiera que da su punto de vista, pero para eso estamos aquí :) 

Ah, para cinéfilos/seriéfilos como yo, hay dos adaptaciones de esta novela. Una es la película del mismo nombre dirigida por Peter Weir en 1975, y otra se avecina en formato miniserie y se estrena a la de ya, el próximo 6 de mayo. Os dejo tráiler de las dos.

 



Joan Lindsay (de soltera Weigall) nació en 1896 en St. Kilda East, Victoria, Australia. Era descendiente de la familia Boyd, puede que la más famosa y prolífica dinastía artística de Australia.
De 1916 a 1919 estudió pintura en la National Gallery School de Melbourne, e incluso llegó a exponer como pintora. Se casó con Daryl Lindsay, vástago de una importante familia de artistas y escritores ingleses, el día de San Valentín de 1922, en Londres. Día que, precisamente, sería el elegido por Joan Lindsay para situar los hechos de su novela más célebre, Picnic en Hanging Rock. El matrimonio se instaló en Australia, donde Joan Lindsay se dedicaría a la pintura, hasta que, tras la Gran Depresión, Daryl fue contratado como director de la National Gallery de Victoria. En 1956, fue nombrado caballero del Imperio Británico. Aunque la primera novela de Joan, Through Darkest Pondelayo, una sátira sobre los turistas ingleses, fue publicada en 1936, no sería hasta el año 1962 cuando viera la luz su primera obra reseñable, Time Without Clocks, un texto de fuerte contenido autobiográfico en el que retrató los primeros años de su vida de casada.

El auténtico éxito le llegaría, no obstante, con Picnic en Hanging Rock (1967), que automáticamente le reportó fama mundial, y que se convertiría por derecho propio en una de las más reseñables novelas de culto de la literatura australiana. Ambientada en 1900, narra la historia de la desaparición de unas niñas y su institutriz durante una excursión realizada el día de San Valentín. Parte del éxito de la novela se basó en que la autora nunca desveló si lo narrado fue un hecho real o no. La extraordinaria repercusión de la obra persiguió a Lindsay hasta el día de su muerte, y constituyó un antes y un después en la historia de la literatura australiana del siglo xx. Fue adaptada al cine en 1975 por un joven Peter Weir, y traducida a varios idiomas. 

Joan Lindsay murió por causas naturales en Melbourne, en 1984.

viernes, 20 de abril de 2018

GANADOR ::: SORTEO "7LR (SIETE LÁGRIMAS ROJAS)"

¡Hola a todos!

Este pasado miércoles a las 0:00 horas terminó el plazo para participar en el sorteo de un ejemplar de 7LR (SIETE LÁGRIMAS ROJAS), así que sin más dilación vamos con el nombre del ganador.


Muchísimas gracias a todos por participar y a Juan Miguel por el ejemplar :)



¡Enhorabuena!
 

Tienes 48 horas para reclamar tu premio. Mándanos un email con tus datos a lasinquilinasdenetherfield@gmail.com, que en cuanto los tengamos le pasamos toda la info a Juan Miguel, que será el encargado de realizar el envío.

Lo dicho, mil gracias a todos por participar, y hasta próximos sorteos :)

miércoles, 18 de abril de 2018

RESEÑA (by MB) ::: CRIMEN EN LA POSADA «ARCA DE NOÉ» - Molly Thynne



Título original: The crime at the Noah's Ark 
Autora: Molly Thynne
Editorial: dÉpoca
Traducción: Rosa Sahuquillo y Susanna González
Introducción: Juan Mari Barasorda
Páginas: 304
Fecha publicación original:  1931
Fecha esta edición: marzo 2018
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18,90 euros
Ilustración de cubierta: Art-Gôut (1932)
Ilustraciones interiores: Clarence F. Underwood y Collier's
 
Un grupo de personas que se dirigían a un lujoso lugar de vacaciones se ven forzadas a tomar alojamiento en la posada «Arca de Noé» debido a una intensa nevada. En la hospedería en la que se ven aislados compartirán estancia con el doctor Constantine, un astuto maestro de ajedrez y brillante detective aficionado. Entre los demás huéspedes encontramos al exitoso novelista Angus Stuart, la aristocrática familia Romsey, un par de viejas solteronas, un viajante de comercio, un joven y apuesto bailarín y un incontrolable comandante cuya afición a la bebida le lleva a intentar sobrepasarse con alguna de sus bellas compañeras de «encierro».

Así las cosas, uno de los huéspedes aparece muerto en su cama, y el doctor Constantine, ayudado por dos de los hospedados, se verá forzado a investigar este brillante misterio antes de que el asesino logre huir o alguien más aparezca asesinado.

Cómo decirlo para ser justa y a la vez no repetirme...  Crimen en la posada "Arca de Noé" es ese tipo de libro que sabes que no te va a defraudar. Una vez que lo tienes en las manos, el gusanillo lector empieza a desperezarse y a vibrar de pura emoción. 

Soy una incondicional del género de misterio, y la Golden Age supone esa fuente inagotable de novelas que me sorprenden, admiran y, sobre todo me abren la mente a otras que ya he leído y recuerdo por reminiscencias o alusiones. Cuando crees que hay pocas cosas nuevas bajo el Sol, entonces llega dÉpoca y regala a los lectores una joya preciosa como es Crimen en la posada "Arca de Noé"... Digo preciosa por su cuidada edición, por la ilustración Art-Gôut de la portada y las maravillosas ilustraciones originales de Clarence F. Underwood y Collier´s. Todo ello se percibe en el momento en que cae en tus manos.

Cuando nos metemos en su historia, nuestra alegría, lejos de decaer, empieza a colorearse con los tonos que Molly Thynne pincela para la novela. Así, vemos como la autora construye una trama coral donde todos los personajes tienen importancia y protagonismo en algún momento de la historia. Aunque son muchos y diversos, todos son necesarios para que el misterio surja e irrumpa con muchas piezas aparentemente inconexas que en algunos casos quizás abrumen, aunque a mí me ha ocurrido lo contrario: me encanta que me manejen y me enreden en las vidas de todos ellos, en sus causas y en sus procederes. Reconozco que no me ha resultado un libro complejo, sino que conforme se presentaban los personajes los iba integrando en la historia de una manera natural.

Para que lo anterior pueda ocurrir solo se necesita una gran nevada, una posada y un crimen... lo que viene llamándose un crimen en una habitación cerrada, donde las probabilidades son muchas pero los autores que las plantean, limitados. Y nuestra maravillosa posada es lo suficientemente grande y acogedora como para resguardar a todo tipo de personajes pertenecientes a clases sociales muy diferentes, lo que hace que las posibilidades se multipliquen porque al final cada uno es de su padre y de su madre. Y eso sin olvidarnos de que la novela se publicó en 1931, y en ella se perfilan muy bien las costumbres y cotidianidades de la epoca, así como sus distintas clases sociales con sus típicas idiosincrasias.

El bueno del señor Girling (dueño de la posada "Arca de Noé") ni soñaba lo mucho que podía beneficiarle la gran nevada, que impidió a la mayoría de sus helados huéspedes llegar a Redsands, su primer destino para pasar la Navidad. Las circunstancias son las que son y, así, todos irán recalando en su posada y ocupando las diferentes habitaciones, al tiempo que él salva la temporada navideña. A grandes males, grandes remedios, y nuestro buen posadero ofrece cobijo y refugio a nobles, millonarios, escritores, comerciantes, jugadores de ajedrez, soldados, solteronas, militares, bailarines, chóferes, doncellas, etc. El "Arca de Noé" se convertirá en una especie de microuniverso aislado donde nada ni nadie es lo que parece: el diablo siempre anda suelto y todo está por ocurrir y suceder.

Algunas circunstancias las vemos venir porque Molly Thynne nos las adelanta, como ocurre con el robo de las joyas: a la buena señora solo le falta ponérselas en las manos al ladrón o ladrona. Una vez que se dan las circunstancias precisas, se produce el robo y se desencadenan todas las situaciones posibles, siempre acompasadas con la gran nevada. Así, cuando más nieve hay, la novela alcanza su cenit, se resuelve de la manera más sorpresiva, y solo entonces, el mal tiempo comienza a amainar.

A mi juicio el papel de detective no se concentra en una sola persona, porque aunque pueda parecer que el doctor Luke Constantine es lo más cercano al prototipo de detective de la Golden Age, la mayor parte del tiempo trabaja en la sombra, repartiendo su papel entre el escritor Angus Stuart y el comerciante Soames, que son quienes participan en casi todas las pesquisas llegando a conclusiones más o menos erróneas. Es verdad, que el dr. Constantine es el que de alguna manera lidera la operación, pero hasta que no llegas a las conclusiones finales no descubres que es el peso pesado de la trama. Solo entonces el lector participará de todos los hechos a través de Stuart, que es quien nos acompaña a lo largo de toda la narración, desde el principio hasta el final.

La lectura de Crimen en la posada "Arca de Noé" me ha resultado de lo más placentera. He disfrutado de todo: de la ambientación costumbrista, de los diferentes personajes y de sus reacciones. La trama, narrada de una manera ágil y sencilla, hace que te involucres desde el primer momento en la historia, incluso con los giros argumentales que te llevan y traen a lo largo de la lectura, impidiéndote apartarte de ella.

Concluyendo, solo me queda dar gracias infinitas a la editorial dÉpoca por su maravilloso trabajo, dedicación y mimo. Por traernos joyas como estas, descubrirnos tesoros, recordar lo bueno y lo mucho enterrado, injustamente, en el olvido. En fin, gracias por existir, sé que es muy difícil en los tiempos que corren compaginar la calidad con lo comercial.



Molly Thynne (1881-1950) Reconocida escritora inglesa de novelas de misterio —injustamente olvidada en la actualidad— que publicó seis obras de ficción criminal durante la Golden Age —siendo esta que nos ocupa la primera en la que aparece su brillante detective aficionado, el doctor Constantine—, y por cuya temática fue a menudo comparada con Agatha Christie.

La totalidad de su obra permanecía inédita en castellano.